Sostenibilidad ambiental: Los fertilizantes ecológicos se derivan de fuentes naturales y renovables, lo que reduce la dependencia de recursos no renovables y minimiza el impacto ambiental negativo asociado con la extracción y producción de fertilizantes químicos.

1. 1. Mejora de la salud del suelo: Los fertilizantes orgánicos mejoran la estructura y la fertilidad del suelo al aumentar su contenido de materia orgánica. Esto conduce a la retención de agua mejorada, mayor capacidad de intercambio catiónico y una mayor actividad microbiana, contribuyendo así a la salud general del suelo.

   2. Menos riesgo de contaminación del agua: Los fertilizantes químicos pueden lixiviar sustancias tóxicas y nutrientes en exceso hacia los cuerpos de agua, lo que puede resultar en la contaminación del agua. Los fertilizantes ecológicos tienden a liberar nutrientes de manera más gradual, reduciendo el riesgo de contaminación.

   3. Ciclo de nutrientes más cerrado: Los fertilizantes orgánicos forman parte de un ciclo de nutrientes más cerrado, ya que provienen de desechos orgánicos como estiércol, residuos vegetales y compost. Esto ayuda a cerrar el ciclo de nutrientes al reincorporar materia orgánica en el suelo, reduciendo así la dependencia de recursos externos.

   4. Menos riesgo de toxicidad: Los fertilizantes químicos pueden acumular sales y productos químicos en el suelo, lo que puede provocar toxicidad para las plantas y otros organismos del suelo. Los fertilizantes ecológicos tienden a ser menos propensos a causar problemas de toxicidad debido a su liberación gradual y a la presencia de compuestos orgánicos que mejoran la bioactividad del suelo.

   5. Menor impacto en la salud humana: La aplicación de fertilizantes químicos puede estar asociada con riesgos para la salud humana debido a la exposición a productos químicos tóxicos. Los fertilizantes ecológicos tienden a ser más seguros para la salud humana y reducen el riesgo de exposición a sustancias químicas perjudiciales.

   6. Promoción de la biodiversidad: Al fomentar prácticas agrícolas sostenibles, los fertilizantes ecológicos contribuyen a la conservación de la biodiversidad al proporcionar un entorno más favorable para los organismos del suelo y otros seres vivos.

   7. Resiliencia a largo plazo: El uso continuado de fertilizantes ecológicos puede mejorar la resiliencia de los sistemas agrícolas a largo plazo, ya que contribuyen a la salud del suelo y a la sostenibilidad del ecosistema agrícola.